miércoles, 29 de diciembre de 2010

LAS GRANDES CONSULTORAS Y LOS ENTRESIJOS DEL NEOLIBERALISMO

En una entrada anterior hablábamos de los bancos de inversión y su papel predominante en la economía global. Hoy queremos dirigir nuestra atención hacia otros actores de la economía que también ocupan altos escalafones. Nos referimos a las consultoras de carácter internacional que se dedican a asesorar a las altas direcciones de las principales empresas e instituciones de todo el mundo para lograr mejoras sustanciales y sostenidas.
Este tipo de empresas se centran en proyectos estratégicos y de organización, de expansión, de creación de nuevos negocios, así como proyectos funcionales en áreas de producción y logística, finanzas o tecnologías de la información tal y como se puede leer en la web de Mckinsey & Company que se autodefinen como la firma líder en su sector en el ámbito mundial.

Toda esta definición está muy bien, pero para que todos nos entendamos aquí va otra: este tipo de empresas multinacionales se dedican a las fusiones, privatizaciones de empresas públicas, salidas a bolsa, liquidaciones de plantillas y todo aquello que les pueda aportar a ellos y a sus clientes grandes beneficios económicos. Todas estas actuaciones les permite poner en marcha los planes diseñados junto a sus colaboradores necesarios: los bancos de inversión. Obviamente, en todas estas actuaciones es imprescindible la aportación de capital a las empresas y es ahí donde entran en escena los tiburones de las finanzas.

Vamos a seguir hablando de Mckinsey (aunque podríamos hablar de otras firmas como The Boston Consulting Group) como ejemplo paradigmático de este tipo de empresas.
Esta consultora trabaja globalmente con la práctica totalidad de las cien corporaciones industriales más grandes del mundo, imaginaos el tanto por cien de responsabilidad que tienen en las acciones de estas transnacionales. En España colabora con más de la mitad de las empresas del IBEX 35 (por supuesto las más grandes e importantes). Sólo por tratar de entender ese porcentaje de responsabilidad del que hablamos vamos a nombrar algunas actuaciones de esta empresa.


Empezaremos hablando del ámbito internacional.
- En Gran Bretaña existen investigaciones oficiales que dan cuenta de que el desplome de la empresa ferroviaria Railtrack, después de diversos accidentes, fue resultado de las recomendaciones de la consultora, que tras conseguir la privatización de la empresa sugirió reducir el gasto en mantenimiento de infraestructuras y el pago de dividendos a los inversionistas. Aquí ya observamos una táctica habitual de esta gente: reducir costes a cualquier precio (si son vidas humanas tampoco pasa nada) para poder repartir más beneficios entre los que ponen el dinero (recordemos lo dicho anteriormente sobre su alianza con los bancos de inversión).
- Hablemos de otro ámbito, en Estados Unidos han trabajado para las escuelas públicas (sí también trabajan para entidades públicas que les pagan con dinero de todos los contribuyentes) de Minneápolis. El resultado de su trabajo fue el recorte de gastos en la atención de la salud docente y la privatización de gran parte del sistema educativo. Así ofertan oportunidades a ávidos inversionistas que se lo agradecen generosamente y de paso se aseguran que la calidad de la educación quede relegada tras los beneficios, cosa que también les agrada tanto a políticos como empresarios. Contra menos educación reciba la gente más fácilmente se les puede manipular y utilizar.
Mención especial merece su aportación a la creación de una de las mayores estafas de la historia: Enron. Por supuesto, la consultora salió de rositas y con una importante suma de dinero por los servicios prestados.
- Otro tipo de actuación. En México se les considera los autores intelectuales del desmantelamiento de Pemex pasando de ser una empresa operadora a ser una administradora de contratos para las grandes petroleras amigas de Mckinsey. Además la consultora ha sido la encargada de realizar el Plan Estratégico Nacional del sector energético que regirá la política mexicana. El resultado es más que previsible: expolio de los recursos naturales por parte de multinacionales que se llevarán consigo los beneficios económicos.


Pasemos ahora a comentar algunas actuaciones en España donde la empresa lleva alrededor de 30 años operando.
- Ha participado en las privatizaciones de las grandes empresas como Telefónica (donde creó Terra), Repsol, Endesa... con un papel destacado contribuyendo a las deslocalizaciones.
- Trabaja activamente con los grandes bancos españoles desde que ayudara a privatizar los bancos de crédito público, sobre todo Argentaria que en ese momento era el tercer grupo financiero del país. Especialmente es reconocida su labor con el Santander.
- Que sepamos hasta 2008 (si no lo siguen haciendo todavía) trabajaba con las tres grandes operadoras de telefonía móvil de este país (Movistar, Vodafone, Orange) con lo que podemos hacernos una idea de la falsa libertad de precios que existe en este sector al igual que en tantos otros.
- En 2006 la entonces ministra de fomenta Magdalena Álvarez contrató a la consultora por valor de 600.000 euros anuales. Desde entonces han ido preparando el terreno para privatizar Renfe y Aena y, de paso, reduciendo las plantillas sin descanso.
- A parte de estar detrás de la privatización de Aena, últimamente se dedican a modelar la opinión pública para conseguir el copago en la sanidad como paso previo a su privatización. Además han intervenido decisivamente en la ley de Economía Sostenible propuesta por el Gobierno. Así que ya sabemos de dónde sacan esas ideas tan “geniales” (por lo menos parte de ellas) nuestro Gobierno.


En definitiva, con tan sólo este breve repaso de alguna obras de esta consultora podemos hacernos claramente una idea de lo que su trabajo significa: son una especie de ideólogos del libre mercado que trabajan siempre en beneficio de sus inversores y para ello no dudan en desmantelar cualquier Estado que se les ponga a tiro y en dejar en la estacada a millones de personas por todo el mundo quienes se ven privadas de su trabajo y su fuente de ingresos a la vez que tienen que empezar a pagar por todos los servicios que antes garantizaba el Estado. Esto es lo que está pasando alrededor del mundo y es gracias, entre otros, a empresas como Mckinsey & Co.


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jueves, 23 de diciembre de 2010

LA DOBLE MORAL EN LA VENTA DE ARMAS ESPAÑOLAS

Recientemente, se ha dado a conocer el avance sobre las exportaciones españolas de material de defensa y de doble uso en el periodo comprendido entre enero y junio del presente año. Este informe lo facilitan las siguientes organizaciones: Amnistía Internacional, Fundació per la Pau, Greenpeace e Intermon Oxfam en colaboración con el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).

La crisis económica que azota España está planteando una clara tensión entre lo que dice la Ley 53/2007 (ley que regula este mercado) y los intereses del complejo industrial militar español. Esto es debido a que el Ministerio de Defensa ha perdido poder adquisitivo por los recortes presupuestarios y no es capaz de absorber la producción de las empresas del sector. Sin embargo, para el Gobierno es vital mantener el auge de las corporaciones que producen material de defensa (bonito eufemismo para designar artilugios cuya única función es acabar con la vida). Así que se ha dedicado en cuerpo y alma a aumentar las ventas al exterior, es por ello, que el Gobierno español y sus componentes han decidido invertir su tiempo y nuestro dinero en acompañar y apoyar a dichas corporaciones en su intento de abrir nuevos mercados en lugar de dedicarse a posibilitar que todos los ciudadanos tengamos cubiertas nuestras necesidades básicas y no haya miles y miles de personas subsistiendo a base de penurias y mendicidad.
Para lograr el aumento de ventas no han dudado ni un instante en vender armas a países que claramente violan lo acordado en la ley 53/2007 y, en concreto, en su capítulo 8 donde se especifican los supuestos que deben llevar a la denegación de las autorizaciones de venta. Básicamente estos supuestos son los siguientes:
- Deben denegarse los permisos de venta cuando las armas puedan ser utilizadas para perturbar la paz (me pregunto yo qué arma no perturba la paz), la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional.
- Cuando se contravengan los intereses de la defensa nacional y la política exterior.
- Cuando vulneren las directrices acordadas en la Unión Europea.
- Cuando se contravengan los embargos decretado por la ONU y la UE.

Antes de analizar los datos y ver los destinos de las armas españolas, conozcamos un poco más lo que llamamos el complejo industrial militar español.
Éste es un sector de actividad fundamentalmente privada que se compone de unas 850 empresas y que factura de manera anual más de 3.600 millones de euros. Parecen muchas empresas pero la verdad es que el 80% del volumen de negocio lo acaparan solamente cuatro: EADS, Indra, Navantia y Santa Bárbara Sistemas. Este sector genera 18.000 empleos directos y se estima que unos 50.000 indirectos.
En la actualidad, el sector exporta cerca del 40% de su producción y tanto empresarios como políticos estiman necesario para la supervivencia del negocio que ese porcentaje aumente de manera considerable.

Según la Agencia Tributaria, las exportaciones realizadas en cuestión de material de defensa a lo largo del primer semestre de 2010 superaron los 907.6 millones de euros, más del doble que en el mismo periodo del pasado año. El 42.3% corresponde a ventas hechas a países miembros de la OTAN. El 57.7% restante se distribuye entre 60 países que no forman parte del tratado. Estos datos ya nos dicen bien a las claras que no hay territorio que se le resista a la industria militar española.

Vamos ahora a ver aquellos destinos de armamento español que de tenerse en cuenta la legislación vigente no deberían tener acceso a esas armas. Esta legislación lleva tres años en vigor precisamente para evitar este tipo de situaciones. Aunque es evidente que en este país, como en muchos otros, la única ley que se respeta es la del dinero.

Arabia Saudí. Todo el mundo conoce las graves violaciones de los derechos humanos que se dan en este país bajo el yugo de la realeza de los petrodólares. Son inexistentes los derechos de las minorías y de las mujeres; está vigente la pena de muerte y el encarcelamiento de presos de conciencia. A esto se le une la represión ejercida en el norte del Yemen con la excusa de combatir a Al Qaeda, aunque en realidad no tiene otro objetivo que masacrar a la población de chiíes zaudíes.
El valor de las operaciones con este país supera los 453 mil euros. Sin embargo, el gran negocio está por llegar con la venta de carros de combate por valor de unos 3.000 millones de euros.

Colombia. País devastado y con un historial de violaciones de derechos humanos que deja como auténticos pardillos a muchos de los antiguos dictadores de América Latina. Asesinatos masivos (con descubrimientos de fosas comunes a un ritmo vertiginoso) y millones de personas desplazadas no son un obstáculo para que les hayamos vendido armas por valor de más de 285 mil euros.

Egipto. Son muchas las violaciones de derechos fundamentales como para no convertirse en un destino preocupante: la pena de muerte, las detenciones arbitrarias, los tribunales militares y el uso extendido de la tortura; forman parte del elenco. A Egipto le hemos vendido material por más de 26 mil euros.

Ghana. País ubicado en una zona muy inestable, con muchos países vecinos en situación de conflicto. La mayor preocupación es la falta de control sobre el destino final del material. El montante de las operaciones asciende a casi millón y medio de euros. No está nada mal, para un país que vive en la penuria, el gasto militar que tiene.

Malasia. Según el informe en este país el control sobre la disidencia política es altísimo, la libertad de expresión es una quimera y el uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad es excesivo (no sé por qué estas condiciones me resultan muy familiares). En total, España vendió material por valor de 438 mil euros.

Marruecos. Todos tenemos claro que la entente con este país es total. Ni la ocupación del Sáhara y los asesinatos cometidos contra su población, ni la evidente falta de derechos primordiales ha sido un obstáculo para realizar operaciones que han reportado 4.13 millones de euros a las empresas españolas. Encima tenemos que aguantar a los fantoches de los políticos exigiendo no sé qué explicaciones al gobierno marroquí. ¡Vaya vergüenza!

Pakistán. A nadie se le escapa que esta nación está en una de las zonas más calientes del planeta. Luchas internas y regionales azotan a la población, siempre con la sombra de Estados Unidos planeando sobre ellos. Esto no impide haber realizado transacciones por valor de 215 mil euros.

Tailandia. Otro país donde los abusos sobre la población civil están a la orden del día y la disidencia política no es tolerada. Se mantiene abierta una guerra intestina entre las fuerzas leales al Gobierno e insurgentes armados al sur del país, sin olvidar el conflicto fronterizo con Camboya. A pesar de todo, el total de las ventas españolas ha alcanzado más de 114 mil euros.

Turquía. Se suceden los informes de malos tratos y torturas y el goteo de víctimas en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las milicias del PKK (Partido de los Trabajadores Kurdos). Con todo ello, Turquía es uno de nuestros mejores clientes realizando compras por valor de casi 39 millones de euros.

Venezuela. Curioso caso el de este país y nuestro Gobierno. Por un lado, les acusan de dar cobijo a miembros de organizaciones como ETA y las FARC y tildan al presidente Chávez de poco menos que de terrorista político, por otro lado, no dudan en venderles armas por más de 300 mil euros. Y es que donde esté el dinero que se quite todo lo demás.

Israel. Qué más se puede decir de un Estado que mantiene sometido a otro en condiciones infrahumanas durante décadas. Todos los días violan sistemáticamente los derechos más básicos de cientos de miles de seres humanos. Pero nada detiene al Gobierno español a la hora de facilitar el negocio para sus amigos de la industria de la muerte. Este semestre han vendido armas a Israel por valor de casi 3.3 millones de euros.

Irán. Estamos hablando de uno de los “demonios” del mundo. Un país que vive sometido a cuatro rondas de sanciones y embargos por parte de la ONU. Un país considerado por muchos como el vertebrador de todo mal. Para la industria armamentística española no es más que otro cliente al que se le han facturado más de 106 mil euros este semestre.

Estados Unidos. Uno de nuestros mejores compradores. No queremos extendernos con este país, baste recordar que continúa inmerso en tres guerras (Irak, Afganistán y Pakistán) que sigue desestabilizando a cualquier país que no se someta a sus intereses y, por supuesto, sigue nutriendo de armas a su vecino México para que puedan seguir matándose entre ellos. Este semestre estos “angelitos” han desembolsado más de 85 millones de euros en armamento español.

En total se han vendido armas a estos países que no cumplen los requisitos legales por valor de casi 135 millones de euros. A la vista de estos resultados, vemos como la hipocresía española sigue en auge.
En momentos en los que todos nosotros vemos nuestros derechos amenazados y en que muchos de nuestros conciudadanos se ven abocados a la miseria, el Gobierno de la Nación no duda en aportar tiempo y dinero para facilitarle las cosas al complejo industrial militar que es prácticamente el único sector de nuestra economía en el que la actual crisis no se ha dejado notar, sino todo lo contrario: semestre a semestre los beneficios se disparan. Ya se sabe que cuando las cosas no funcionan y hay posibilidades de que el pueblo se revele, los gobiernos se aprovisionan de armas para sus ejércitos por si acaso.


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miércoles, 15 de diciembre de 2010

ANTE NUESTRA APATÍA


Siguen pasando los días y se siguen sucediendo las decisiones políticas que nos acercan inexorablemente al fin del Estado del Bienestar tal y como ya dijimos anteriormente.
Aprovechando el acaparamiento mediático por parte de controladores aéreos y atletas, prácticamente han pasado desapercibidas una nueva batería de decisiones cuyo único propósito es el de favorecer a las elites económicas.
De nuevo, nuestro gobierno de falsos socialistas, se arrodilla ante el poder del dinero y acata sus deseos apretando un poco más la soga que rodea nuestros cuellos y que estos criminales que presiden las grandes corporaciones nos pusieron hace largo tiempo.

Vuelven a la carga en su proceso de privatización de entidades públicas. Esta vez, lo han hecho con una gran parte de AENA (posiblemente éste sea el origen de los decretazos del gobierno y la respuesta de los controladores) y de las Loterías y Apuestas del Estado a cambio de poco más de 15.000 millones de euros que, por supuesto, irán destinados a pagar esa famosa deuda que las propias elites financieras propiciaron y de la que ahora se siguen beneficiando. Esta privatización significa la renuncia al ingreso anual que daban estas entidades y que pasarán directamente a las arcas de la empresa privada. Esta falta de futuros ingresos llevará a un mayor recorte del gasto social y ambiental que es lo que al parecer es más prescindible en opinión de los "políticos democráticos". Este recorte se observa claramente en la decisión de eliminar la ayuda de 426 euros a los parados sin ninguna otra prestación y que inevitablemente condenará a miles de personas a la indigencia y a la beneficencia (muchas de las organizaciones que se dedican a ello se han convertido en el verdadero sistema de sustento para muchísimas familias españolas).
Uno podría pensar que el aumento de beneficios que el Gobierno facilita a las grandes corporaciones se podría ver compensado con la subida de impuestos a estas mega empresas y a los inmensos salarios que cobran sus directivos. Nada más lejos de la realidad, el único impuesto que sube es el del tabaco (recurso fácil para los políticos que se amparan en el beneficio para la sanidad pública, a pesar de que esta sanidad está cada día más abandonada y abocada a la privatización). Por contra, disminuyen los impuestos de las grandes empresas. Así, se amplía el régimen de libertad de amortización para inversiones nuevas, se las declara exentas del Impuesto sobre Operaciones Societarias, se elimina el pago a las Cámaras de comercio y se suprime la obligación de publicar sus actos en los medios de comunicación (¡esto sí que es transparencia!). Si a estas ventajas fiscales concedidas les añadimos las anteriores decisiones tomadas en torno a los impuestos sobre patrimonio, sociedades y las SICAV (sociedad de inversión de capital variable, que no son más que un método oficial y legal para evadir impuestos y divisas que tienen las elites económicas), no se puede pensar otra cosa que no sea que los verdaderos gobernantes no son los políticos si no los banqueros y grandes magnates. Para ponerle la guinda al pastel añadamos el nulo interés de los gobiernos por terminar de una vez por todas los paraísos fiscales y por grabar las grandes operaciones especulativas.

En España hemos pasado en pocos años de estar en la cresta de la ola a estar totalmente sometidos al yugo neoliberal. Con esta secuencia de acontecimientos es inevitable pensar, sólo hay que ver el paralelismo con otros países, si todo esto no forma parte de una estrategia de largo recorrido bien meditada y destinada a exprimir a una sociedad sin que ésta tenga conciencia de ello.

domingo, 5 de diciembre de 2010

TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS

A partir de ahora, todos esos grandes expertos en democracia que, día tras día, analizan la actualidad española desde los medios oficiales de comunicación ya pueden sentirse satisfechos, lo han conseguido: ya somos una democracia asentada y los ciudadanos nos comportamos como se espera en estos casos, es decir, como borregos.

Siempre se ha dicho que España era una democracia joven e inexperta que necesitaba que sus ciudadanos olvidaran tiempos pasados y trabajaran juntos para afianzar los logros democráticos.
Ahora, tras más de 30 años de un enorme trabajo por parte de la elite económica y sus gregarios políticos, han conseguido lo que todos los portavoces (periodistas de grandes medios) de estas elites reclamaban, una democracia madura y asentada. Pero, ¿qué significa eso de democracia madura?

Cualquiera podría pensar que un sistema democrático maduro es el estado ideal de una sociedad en el que la ciudadanía participa activamente en la toma de decisiones y en que, por supuesto, esas decisiones van todas encaminadas a garantizar todos los servicios que necesitan dichos ciudadanos para llevar una vida digna y encaminada a conseguir la felicidad personal y colectiva.
En la vida real, el significado de la expresión “democracia madura” es muy distinto.

En España, parece ser que hemos alcanzado esta madurez justo en el momento en que nuestro Gobierno se ha declarado abiertamente seguidor de los dictados del FMI y, por ende, de los postulados neoliberales (¡ojo! la máxima expresión de este sometimiento ha llegado con un supuesto gobierno socialista). A partir de ese instante, hemos demostrado nuestra madurez acatando una tras otra todas las decisiones políticas, que en el fondo y casi en la forma eran meramente decisiones económicas encaminadas a engrosar los beneficios de las grandes corporaciones, sin rechistar. A pesar de que estas decisiones son claramente contrarias a los intereses de los ciudadanos. Porque no nos engañemos, madurez democrática significa no inmiscuirse en las decisiones políticas (todo lo contrario de lo que parecía a priori).
En nuestro país, las entidades financieras se han repartido miles de millones de euros mientras aumenta el número de familias que viven al día, incluso por debajo del umbral de la pobreza y aquí no pasa nada porque nuestra democracia es muy sólida.
Los políticos recortan año tras año los presupuestos destinados a los servicios más básicos e importantes como la salud y la educación pero a nosotros no parece preocuparnos, ni siquiera cuando esos recortes lo que realmente significan es que poco a poco se están privatizando estos sectores y cada vez es más habitual el tener que pagar por servicios que no sólo deberían ser gratuitos si no que deberían ser intocables e impermeables a las especulaciones financieras y a los intereses empresariales.
En los últimos tiempos, se han caído las máscaras y el Gobierno ha puesto sobre la mesa una serie de medidas encaminadas a destruir cualquier atisbo de bienestar social amparándose en la vigente necesidad de reducir un déficit producido exclusivamente por el trasvase de dinero público a manos de las corporaciones privadas. Se nos ha dicho que si queremos tener una vejez mínimamente decente, debemos alargar nuestra vida laboral hasta los 67 años porque, de lo contrario, no nos garantizan una pensión (aunque hayas estado contribuyendo a las arcas del Estado los 50 años precedentes). Se nos quiere hacer creer que no hay dinero para seguir ayudando a todos aquellos que no tienen un empleo y que dependen de ese dinero para poder subsistir y, sin embargo, siguen manteniendo ayudas multimillonarias a entidades y personajes que nada tienen que ver con la democracia (las ayudas a los bancos mencionadas con anterioridad; los sueldos vitalicios de cualquiera que en un momento dado haya sido integrante de alguna de las cámaras del Estado independientemente de lo que hayan trabajado en ellas; el mantenimiento de tropas en el extranjero contribuyendo al mantenimiento de conflictos y guerras como en Afganistán, Líbano y demás; los continuos regalos de dinero a la iglesia católica y a otras iglesias más minoritarias en nuestro país; financiando deudas multimillonarias de entidades deportivas y radiotelevisiones públicas;...).

Y aquí estamos los ciudadanos demostrando nuestra “madurez democrática” tragando con esto y mucho más sin decir ni pío. A decir verdad, nuestros “maduros” sindicatos (podemos sustituir lo de maduros por serviles) convocaron una huelga general tardía con la intención de salvar su imagen ante su descontenta masa de afiliados. La huelga pasó y nada ha cambiado, más bien ha empeorado.
Pero lo que realmente ha sido una muestra de “madurez democrática” de la ciudadanía, ha sido la respuesta a la enésima huelga de los controladores aéreos. Nada de todo lo anteriormente dicho ha enfadado tanto a los ciudadanos como el hecho de perder un día o dos de vacaciones, esto si que ha jodido al personal hasta tal punto que el Gobierno ha decidido recompensar la “madurez democrática” de los ciudadanos con una medida digna de la “democracia” más grande del mundo: ha puesto al ejército al mando del control aéreo.
Resultado: todo el mundo contento porque nos han dado una solución rápida (o se trabaja o se va a la cárcel) y así ya podemos disfrutar de nuestras vacaciones.

Pues bien, al final de todo resulta que tener una “democracia madura” significa que el dinero debe ser para las grandes empresas y que si en algún momento surge cualquier impedimento para ello, pues se soluciona dando el mando a los militares y anulando los derechos y las libertades de las personas.

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