miércoles, 20 de junio de 2012

¿Y AHORA QUÉ? AHORA MÁS LUCHA

Todavía estoy viendo a un Rajoy pletórico explicando cómo nadie le había presionado para aceptar el rescate, sino que más bien había sido él  quien había presionado para conseguirlo. Poco menos que garantizaba la solución a todos los problemas del país tras la salvadora línea de crédito a la banca y para celebrarlo cogió un avión de esos que le pagamos entre todos y se fue a ver el fútbol como buen patriota que dice ser (inciso: cómo deben estar de quemados los más fachas con Mariano viendo cómo regala la soberanía del país al Imperio Alemán).
Enseguida se vio que esto no iba a funcionar y que hasta el más alienado se había dado cuenta de que todo era un camelo para regalar más dinero a la banca a costa de todos nosotros. A pesar de las primeras negativas del gobierno, pronto han trascendido las nuevas penalidades que vamos a sufrir el pueblo: subida de impuestos indirectos (como siempre la fiscalidad se toca para joder a los trabajadores y no a los capitalistas), bajada de salarios para el funcionariado (un clásico), disminución de las prestaciones por desempleo y endurecimiento de los requisitos para cobrarlas (es decir, menos tiempo de paro y menos dinero) y, por último y sobre todo, aceleración de la puesta en marcha y posible nuevo aumento de la edad de jubilación y una bajada de las pensiones (esta vez a las claras y no enmascarada como la última vez).
Cuando esos datos macroeconómicos con los que todo el mundo se ha familiarizado (deuda, prima de riesgo, solvencia, mercados,…) se mantuvieron igual de altos pese a las profecías de nuestros dirigentes, los medios de intoxicación y la maquinaria del Estado se apresuraron a asegurarnos que era debido a que los mercados (eso que llaman así, pero que tienen nombres y apellidos) estaban intranquilos debido a la incerteza del resultado de las elecciones griegas.
Estas elecciones se nos presentaron como la madre de todas las batallas por la supervivencia del euro (a pesar de que ninguno de los contendientes había asegurado con rotundidad que querían salir del euro sino que sólo querían replantear las condiciones existentes) y ya se encargaron los poderes fácticos del capital de encauzar el resultado que más les convenía para su beneficio (demostrando de paso la futilidad de las elecciones y del sistema de representación en el que se asientan las llamadas democracias modernas). Los más inocentes respiraron aliviados porque los mercados iban soltar las garras clavadas en nuestro cuello; pero nada más lejos de la realidad.
Para acabar de convencer a estos inocentes, llegamos a la reunión del G20 en México y nos abren los ojos al confirmar que nos han rescatado y que estamos muy jodidos (como si no lo supiéramos). Mientras tanto seguimos en lo más profundo de esta estafa a gran escala que es el capitalismo y su supuesta crisis.

Ante esta situación la protesta popular sigue siendo más bien escasa. El mayor foco en la actualidad son las luchas mineras y de los astilleros con larga tradición y de regular periodicidad. Estas luchas merecen el máximo respeto por parte de todos porque la dignidad de las luchas por el pan es uno de los activos más grandes que ha tenido el pueblo a lo largo de la historia. Sin embargo, no hay que olvidar que este tipo de lucha empieza y termina por hechos muy concretos y difícilmente se convierten en la punta de lanza de algo mayor.
Precisamente, la lucha por objetivos mayores es la labor más importante en momentos como este y ahora mismo esta lucha se haya huérfana de cabezas y brazos.
Los diferentes colectivos de la llamada extrema izquierda no han conseguido visibilizar sus luchas en momentos, a priori, propicios para ello como son los actuales, fundamentalmente debido a la eterna incapacidad de renunciar a ciertos aspectos teóricos que sólo importan a los revolucionarios de salón olvidando qué es aquello que realmente importa para sus diferentes causas.
Por otro lado, está el 15-M que empezó con una fuerza inusitada y levantando grandes expectativas entre muchos de nosotros y que en la actualidad se encuentra enmarañado en infinitud de pequeñas batallas pero que mantiene el valor de haber iniciado una corriente de empoderamiento político y social que no va a caer en saco roto. Una vez pasada la mediatización de los primeros tiempos hay muchas asambleas que se han mantenido en infinitud de sitios manteniendo una realidad asamblearia y horizontal que es la verdadera base del cambio.

No tengo la receta mágica para desencadenar la verdadera batalla contra el sistema pero necesitamos la reacción del pueblo. Da igual como suceda pero la necesitamos con urgencia o cuando llegue, será demasiado tarde. Por eso, ahora más lucha.

viernes, 15 de junio de 2012

NOS HAN RESCATADO (sin embargo cada día nos ahogamos más)

Cerca del 30% de la población del Estado viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Millones de personas a las que se les niega la oportunidad de ser poco menos que esclavizadas a cambio de un salario que les permita malvivir. Miles de familias despojadas de su vivienda y abandonadas a su suerte. Cientos de miles de seres humanos a los que se les niega la asistencia médica gratuita. Miles de personas, sobre todo gente mayor, estafadas y robadas por la banca. Millones y millones de personas obligadas a dar gracias cada día por tener la inmensa suerte de trabajar y poder malvivir día a día con la incógnita de no saber qué pasará al día siguiente.
Frente a esta situación que es infinitamente más dramática de lo que describen estas líneas, llevamos días oyendo que nos han rescatado (bueno que han rescatado a la banca pero por lo que parece en los últimos años decir banca es decir pueblo). Nos han rescatado, sin embargo cada día nos ahogamos más.
A estas alturas, la mayoría de personas con un mínimo de inteligencia lo tenemos claro, aún así hay que decirlo alto y claro: esto no es un rescate más que para los grandes capitalistas que nuevamente se apropian de las ganancias del pueblo mediante leyes que ellos mismos promueven a través de sus instituciones democráticas. Ni siquiera es el primer rescate a la banca puesto que a estas alturas ya llevamos una cifra mucho mayor inyectada en los bancos. 
De hecho esto es una práctica habitual del sistema. Durante años se ha regalado dinero público a la banca privada a cambio de nada, y no sólo a la banca sino que también se ha hecho con todo tipo de empresas que en su día fueron públicas y se regalaron al mejor postor para posteriormente convertirlas en poderosas multinacionales gracias al dinero, el trabajo y las leyes puestas a su servicio por los diferentes gobiernos de la nación.
El resultado de estas tropelías siempre ha sido y seguirá siendo el mismo: traspaso de recursos públicos a la empresa privada y pérdida de derechos sociales y laborales para el pueblo.

Este mecanismo engrasado siempre ha funcionado gracias al buen hacer de los políticos, cada uno en su papel. En todo el espectro político parlamentario oímos esos falsos discursos en contra o a favor de estas políticas dependiendo del momento. Todos estos discursos siempre tienen un elemento en común, jamás cuestionan la esencia misma del sistema y varían entre la depravante honestidad de un Rajoy presentando como un éxito absoluto el rescate financiero (no hay que dudar de que desde su punto de vista y de lo que él defiende lo es) y la increíble desvergüenza de la izquierda radical que se opone al rescate pero ve imprescindible el no dejar caer a los bancos.
A estos discursos políticos van unidos sus correspondientes discursos periodísticos que amplifican hasta la desfachatez las ideas de este régimen partitocrático y manteniendo a la inmensa mayoría de la población en un estado semicatatónico que se encargan de redondear con las innumerables “gestas” deportivas de unos supuestos compatriotas que se dedican a estafar al fisco y a vivir del cuento.
Tampoco hay que olvidar el silencio absoluto de los llamados agentes sociales que en todo este tema del rescate a la banca prefieren no pronunciarse. No sea caso que les cierren el grifo y se les acabe el chollo.

Pasados varios días del rescate, la verdad se hace evidente. Los datos macroeconómicos que manejan todos estos embusteros que nos gobiernan, indican que la situación empeora día a día y que ya hemos rebasado el borde del abismo. Más bien estamos a punto de estamparnos contra el fondo.
Es hora de exigir explicaciones y responsabilidades a todos aquellos estafadores y criminales que durante largo tiempo han aprovechado sus posiciones de poder para enriquecerse a costa del restos de personas que hemos ido viendo y aceptando esto como si fuera lo más normal del mundo mientras vivíamos dentro de una burbuja de cristal cimentada en el autoengaño inducido por la propaganda oficial de un sistema que a excepción de unos pocos nos deslumbraba a todo el mundo.
Pero sobre todo es hora de autoexigirnos acción y conciencia de cambio. Debemos estar totalmente convencidos y asumir que esos cambios que muchas veces proclamamos de boquilla significan un giro radical en nuestra forma de vivir y relacionarnos, necesitamos ser conscientes de que el camino va a ser muy duro pero, también, de que es imprescindible caminarlo.

domingo, 3 de junio de 2012

ESPAÑA OFICIALIZA SU POSICIÓN COMO TRAFICANTE DE ARMAS

Como es sabido España es uno de los mayores traficantes (perdón, quería decir vendedores) de armas del mundo. En los últimos años ha consolidado esta posición de honor en este asqueroso ranking.

Tan sólo el pasado año vendió armamento por valor de 2400 millones de euros, doblando de esta manera el global de ventas de 2010 y aupando al Estado Español a la séptima posición mundial. Este espectacular incremento en los beneficios del negocio de la muerte se debe a varios factores:

-        Por un lado,  enemos el afinado sentido del negocio de la clase política de este país que no ha dejado pasar la oportunidad de las diferentes revueltas tanto en los países árabes como en Europa para aumentar el negocio pasándose toda legalidad vigente que prohíbe la venta de armas a países en conflicto (en el caso español esto no es ninguna novedad)

-        Por otra parte, está el increíble apoyo económico que recibe la industria de la muerte en España por parte de la banca (ese mismo sistema al que el pueblo tenemos que rescatar y que, entre otras cosas, invierte nuestro dinero en muerte). Nada nos sorprende de esta gentuza que ya hace muchísimo tiempo que descubrieron que el mayor negocio está en el sufrimiento de los seres humanos y vemos como día tras día aplican esta máxima en todo el espectro de la sociedad. Roban y estafan a cientos de miles de personas con ese gran timo llamado participaciones preferentes, echan a la calle a cientos de miles de personas privándoles de sus hogares amparados por las fuerzas represores policiales y judiciales, financian a transnacionales que explotan sin piedad los recursos del planeta y a millones de niños por todo el mundo, sustentan guerras y pobreza inyectando dinero en la compra venta de armamento y lavando el dinero proveniente de este tráfico, así como de cualquier tipo de negocio que supone la degradación y la explotación del ser humano (comercio de personas, drogas,…)

-        Finalmente, tenemos el inestimable apoyo del Gobierno Español que durante la última década ha “prestado” (lo pongo entrecomillado porque ya sabemos todos como son estos créditos: os damos el dinero y no hace falta que nos lo devolváis, ya si eso luego nos dais un cargo en la empresa y listo) más de 14.000 millones de euros para facilitar estas ventas y abrir nuevas oportunidades de negocio. No hace falta decir que da igual el partido que esté en el Gobierno para que este tipo de políticas se hayan llevado adelante. Dentro de esta línea de apoyo a la industria de la muerte el Estado ha dado un paso más con el Real Decreto 19/2012

Este decreto describe las medidas urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios y, entre otras desagradables sorpresas, oficializa un nuevo mecanismo de apoyo a la venta de armamento. Al parecer, la labor llevada a cabo hasta la fecha por el Gobierno español no era suficiente (traspasando información y dinero a las empresas del sector, facilitando consultoría y negociaciones a través de la Isdefe  y  garantizando la total opacidad de las operaciones clasificando como secretos de estado las actas de la JIMDU) y a partir de ahora será el propio Ministerio de la Guerra (de Defensa según la versión oficial) el que podrá firmar los contratos de venta de armas. De esta forma, el Estado español (es decir, todas las personas que vivimos aquí) será el garante de las operaciones de venta de instrumentos de muerte y el que responderá en caso de incumplimiento de esos contratos. No es de extrañar esta nueva medida de apoyo a la industria armamentística teniendo en cuenta el personaje que tenemos como ministro de defensa.

Frente a las políticas de austeridad impuestas a la ciudadanía, vemos como una vez más, los sectores considerados como fundamentales para el Estado se ven beneficiados por las políticas benevolentes y paternalistas del Gobierno. En este caso, blindamos la industria de la muerte a pesar de saber que con ello sólo beneficiamos a unos cuantos inversionistas y, por el contrario, condenamos a miles de personas a la miseria, la humillación y la muerte. Eso sí con armas made in Spain.
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